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2.2. MITOS Y REALIDADES DE LOS EQUIPOS DE TRABAJO
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La eficiencia es algo que todos desean. Existen dos formas de tratar de mejorarla. Una, centrándose en el individuo; otra, centrándose en el equipo. |
En las organizaciones actuales, la inmensa mayoría de las personas trabajan en interacción con otras, casi nadie trabaja totalmente aislado de los demás. En la mayoría de los casos, la consecución de resultados satisfactorios depende de lo bien que las personas que trabajen juntas sean capaces de conjugar sus esfuerzos. La relación de profesionales eficaces individualmente no es suficiente para asegurar la eficacia del equipo. El individualismo de sus miembros, los objetivos contrapuestos, normas deficientes de realización, metas y objetivos poco claros constituyen en ocasiones obstáculos insalvables.
El trabajo de un equipo sólo puede ser productivo si hay un espíritu de euipo sólido y positivo. Los miembros del equipo deben ser capaces de integrar sus esfuerzos para conseguir los objetivos del plan de intervención. La clave de un buen trabajo en equipo es la participación efectiva.
Sin embargo, una cosa es saber qué resulta importante para producir cierta mejora y otra distinta llevarla a efecto.
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